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Guadalupe Credit Union llega a los no bancarizados

Océano azul 1 Brenda Domínguez, directora financiera de Guadalupe Credit Union en Santa Fe, Nuevo México, está a 700 millas del océano Pacífico y a 1600 millas del Atlántico, pero le gusta hablar de océanos azules, como de oportunidades en los océanos azules. En un taller sobre cómo llegar a mercados sin explotar en la Conferencia Anual de la Federación de 2013, Brenda citó el libro de W. Chan Kim, Estrategia del océano azul: “El éxito duradero proviene de la creación de 'océanos azules': nuevos espacios de mercado sin explotar, maduros para el crecimiento”. Desde el año 2000, Guadalupe Credit Union ha crecido de una cooperativa de crédito de $30 millones con 4.800 miembros a una institución de $130 millones con 13.600 miembros. Una gran parte del crecimiento de Guadalupe se ha debido a su acercamiento a los latinos que no tienen cuenta bancaria en Santa Fe, muchos de los cuales son indocumentados. “Al principio, no todos estaban de acuerdo”, dice Domínguez sobre la decisión de trabajar con la comunidad inmigrante hispana, “pero fue una forma de retribuir”. El trabajo de Guadalupe surgió de una sesión de planificación estratégica en el año 2000. Comenzaron sin ningún empleado que hablara español, con un único folleto en español y con la política aprobada por el Departamento del Tesoro de aceptar cualquier documento de identidad con fotografía vigente emitido por un gobierno extranjero para abrir una cuenta. La clave de su éxito inicial fueron las asociaciones que formaron con Somos un Pueblo Unido y Adelane: Juntos tos Jueves, grupos comunitarios y escolares locales que trabajan con latinos de bajos ingresos. “Las relaciones y la confianza son primordiales”, según Domínguez; “hicimos muchas presentaciones en las escuelas, sobre cuestiones básicas como ‘así es como funciona una cuenta corriente’ o ‘por qué no es seguro guardar los ahorros en casa’ o ‘esto es lo que costará devolver un préstamo de día de pago’”. Océano azul 3 En 2008, un tercio de las operaciones de Guadalupe en su oficina principal se realizaban en español. Con un vestíbulo abarrotado y tiempos de transacción lentos, Guadalupe necesitaba más espacio. Con una subvención de $70,000 de la National Credit Union Foundation, Guadalupe pudo abrir su sucursal en Airport Road en una comunidad con una población mayoritariamente latina en octubre de 2012. Los grupos de discusión ayudaron a establecer qué productos y servicios debería ofrecer la nueva sucursal. Los clientes latinos venían al banco en familia, por lo que se agregaron áreas de juego para niños al vestíbulo. Los bancos en México permiten a los clientes tomar un número y sentarse mientras esperan el servicio; la incorporación de estas características a la nueva sucursal de Guadalupe ha sido tan popular que Guadalupe está considerando expandirlas a otras sucursales. La oferta de productos de Guadalupe también se ha adaptado con alternativas a las tandas (asociaciones informales de ahorro), servicio de remesas ampliado, cambio de cheques para no miembros, préstamos para microempresas y alternativas de préstamos de día de pago. Todas las prácticas de Guadalupe están en línea con los requisitos del IRS. Para abrir cuentas y establecer crédito se utilizan documentos de identidad con fotografía emitidos por gobiernos extranjeros y números de identificación de contribuyente individual (ITIN). Domínguez estima que un tercio del crecimiento de Guadalupe Credit Union en los últimos 12 años ha provenido de sus clientes inmigrantes. La sucursal de Airport Road tiene 1.678 miembros con saldos de depósitos de $3 millones y saldos de préstamos de $8,5 millones y una tasa de morosidad en línea con sus otras 3 sucursales. El acercamiento a la población inmigrante también ha llevado a cambios en el perfil demográfico de Guadalupe, con mayores aumentos provenientes de clientes de entre 20 y 40 años en sus mejores años de endeudamiento. Domínguez, quien además de sus funciones como directora financiera de Guadalupe Credit Union también es miembro de la junta directiva de la Federación, planea seguir siendo una defensora de servir a las comunidades inmigrantes; es, como a ella le gusta decir, un gran océano azul.